El final del acoso escolar en EGB y principio de “Bullying” en el instituto.
Mis temores de que algo no iba bien, se multiplicaron en cuanto entré en el instituto de Formación Profesional. Cabe recordar, que a finales de los años ochenta, la Formación Profesional, no era tal como la entendemos ahora. Allí iban, por así decirlo, los que no servían para estudiar. En el primer curso lo que se hacía era repasar, lo que ya habíamos hecho en EGB, además de nociones de todos los oficios que se ofrecían, a todos los alumnos, como electricidad y mecánico de automoción, por citar dos ejemplos. Y luego un segundo curso, donde ya hacías la especialidad del oficio que habías elegido.
Aparte de mis temores, el día que nos asignaron clase, porque te asignaban una clase con tus futuros compañeros y un tutor, fue un día muy triste para mí. Digo esto, porque pocos de los compañeros que tenía en EGB, me tocaron, de compañeros de clase, en el curso de Formación Profesional. Yo veía que entre ellos coincidían en la misma clase, o sea, para entendernos, me sentía solo y angustiado, ya que como he dicho, era un adolescente tímido e introvertido. Así empecé mi andadura en el instituto de Formación Profesional, mientras mis compañeros de EGB, la gran mayoría hacían bachillerato (llamado BUP).
Por aquel entonces, la verdad es que se me hacía pesado levantarme temprano, para ir a las clases, era un alma que se arrastraba, perdida y sin rumbo, ya que los días se me hacían monótonos y grises. Recuerdo esa etapa, como triste, muy triste. A todo esto, me costaba relacionarme con mis compañeros y también, con los profesores. Supongo que todo era por falta de motivación, y, por creo yo, los problemas de salud mental, o quizás no, o por mi extrema sensibilidad, porqué no decirlo, aunque de ninguna manera estaba diagnosticado.
Mi desidia llegó hasta tal punto, de faltar a muchas clases, de no rendir en los estudios, hasta tal punto, que me expulsaron, ya que me encaraba con los profesores, cosa impensable en mí. Pero quizás, todo esto tenga un motivo, no, no trato de justificarme, pero cabe decir que recibí bullying por parte de compañeros, sobretodo en forma de burla y trato denigrante hacia mí. Por ejemplo, me acuerdo que estaba en la biblioteca del instituto, preparando un trabajo en grupo. Había un chico del grupo, que era el típico “gallito”, que cuando había una chica delante, se hacía el gracioso. Pues bien, en ese grupo había una chica, y este “gallito” hizo un comentario, burlándose de mí, que yo repliqué. Se quedó en silencio, recuerdo que yo estaba sentado enfrente de él, en una mesa de la biblioteca, y la chica que le gustaba a él, sentada a su lado. Pasaron unos instantes desde que yo le repliqué, y me dijo, “acércate que te quiero decir algo al oído”. Cuando me acerqué, este mal nacido, que era más grande y fuerte que yo, me escupió en la cara y se puso a reír, humillándome, delante de los otros compañeros, que también se rieron. Pero este hecho no fue aislado, ya que durante el curso, sufrí algún otro acoso, hasta que me expulsaron, por no rendir en el instituto de Formación Profesional, y me pasé un año encerrado en casa, sin motivaciones ni expectativas. Yo, por aquel entonces, tenía 15 años.
Anónimo


